Con una buena dosis de eventos y actividades variadas, se desarrolló en Zaragoza la celebración del X Aniversario de la constitución de SlowFood en Zaragoza y en España. Le precedió la constitución inicial en San Sebastián del primer convivium, de la mano de nuestro gran amigo Germán Arrien, secretario de la Cofradía Gastronómica de esa bella Easo, como gustamos llamarla aquí. Los actos acabaron oficialmente con la inauguración en España de la proyección del film SlowFood Story, si bien tuvimos que hacer una prórroga en Enero con una jornada dedicada a la restitución del pan en el popular Barrio de San José, tal como nos habíamos comprometido.
En estos 10 años, una organización que evoca el desafío al gran sistema de economía de escala «americano» llamado Fast Food, ha tenido como epicentro a Zaragoza. Y lo hace con esa sana cultura milenaria mediterránea tranquila llamada Slow Food. Nuestra ciudad fue importante en la historia del mediterráneo, y de ello dan fe los cerca de 200 palacios renacentistas que ha descrito Magdalena Lasala en su reciente libro «La Casa de los Dioses de Alabastro». Esa arquitectura y gran actividad comercial ligada al río Ebro, fue mal digerida por los Austrias de la época imperial de Felipe II que tildaron a Aragón de una naturaleza judía, herética e italianizante. Miguel Servet condensaría desde su Villanueva de Sigena, donde estaba enterrado el gran rey cátaro aragonés, ese sentir herético de un Aragón que reclama apertura de mente, frente a una imagen cerrada de España y una Europa bárbara incapaz de rendir culto al raciocinio. El libro de José Luis Corral sobre el Médico hereje, ha sintetizado esa tozudez maña de desafiar al fanatismo de quienes sustituyen el conocimiento por la Fe ciega.
También fue mediterránea la ilustración aragonesa de la mano del conde de Aranda, que estudió en Bolonia. O la no menor aportación del estratega del despertar del Valle Medio del Ebro, D. Ramón Pignatelli. La construcción de su gran canal imperial, que reconstruyó las huertas de nuestros ríos legadas por la cultura de las Almunias de los tiempos islámicos, ha sido una de las grandes guías de nuestro quehacer alimentario actual.
Zaragoza es de las pocas ciudades del Norte de España, que reconoce en su arquitectura mudéjar (fruto de la alianza entre sefarditas, hispanos e islámicos) y su apertura de mente, ese tono herético discordante con el integrismo de quienes cuentan la historia de España en clave local cerrada. Y es por eso que el propio Verdi, centrara su obra del Trovatore, en la torre del Trovador de la Aljafería. El famoso compositor italiano Giuseppe Verdi centró su obra de España, como fruto de la alianza entre vascos y aragoneses, y a ella dedicó su inmortal obra del «Trovatore». Vascos y aragoneses, o San Sebastián y Zaragoza, han sido la expresión moderna de ese simbólica alianza entre un Atlántico escondido entre montañas a Hispania, pero abierto al Atlántico, con un Mediterráneo abierto desde el río Aragón, pese a sus mil conflictos entre ribereños.
Esos conflictos pusieron en pie la inmortal obra cervantina del Quijote, por parte de Miguel de Cervantes. Un fidalgo que fue a la Batalla de Lepanto contra el imperio otomano y a su vuelta fuera apresado por un pirata albanés cerca de la costa de Pals (Gerona). Tras largo confinamiento y liberación escribió su inmortal obra, cuya primera edición financiara el Señor de Curiel. Debajo de ese castillo castellano de Curiel, hemos fijado la sede de SlowWine, en esa cueva llamada Centum Cadus (Cien barricas), donde el socio de nuestro convivium Justo Casado hace sus obras de arte báquicas (la última es Haiku, poesía corta en japonés), para señalar que nuestro país es un país mediterráneo de viñas y vinos. El vino, el aceite de oliva y el cereal, junto a la huerta, han sido el gran motor de nuestra actividad de estos 10 años.
Las guerras napoleónicas redujeron a las cenizas buena parte de cuanto fue esa Zaragoza inmortal y heroica, tal como narrara el canario Benito Pérez Galdós en sus episodios nacionales. Y tras una época azarosa en la que España perdiera su pasado imperial, retornó el regeneracionisno aragonés de la mano del republicano Joaquín Costa, quien trató de centrar en la problemática del agua, la despensa y la escuela como fundamento de la civilización. Cuando SlowFood Bizkaia y Zaragoza, dejaron constancia de su presencia en la Expo Internacional del Agua, como hito para la próxima Exposición Mundial del año 2015 en Milán, ya dejamos claro que el siglo XXI iba a ser el siglo de los conflictos del agua. Agua que se deshiela. Agua que se deteriora. Agua que escasea. Agua en un planeta en cuyos mares nació la vida y que nosotros nos empeñamos en eliminarla a elevada velocidad en aras de los intereses de unas pocas compañías que manejan el mundo alimentario como si de una industria de objetos inanimados se tratara.
El reto está marcado. SlowFood ya anuncia que la humanidad se dirige a pasos agigantados hacia un precipicio, y que nosotros vamos en el vagón del restaurante. La pregunta es si vamos a permanecer como observadores del tsunami, dejando que las olas nos arrastren o vamos a tomar partido hasta mancharnos, como dijera el poeta, en defensa de un planeta de centenares de culturas alimentarias, de una gran diversidad botánica y rico para esta nave que viaja por el espacio de un sol que nos debía alumbrar, en esa bella cultura de los solares que Tomasso Campanella describiera. En Zaragoza, somos pues Atlantes de la Memoria, y del alimento y la fertilidad de la Terra Madre hacemos nuestra tradicional seña de identidad, marcada por aquella Ceres o Demeter, cuyo manto azul celeste definen el color azul de la bandera de SlowEuropa. Qué otra cosa es sino la diosa pilagórica, el agua y la huerta, sino la seña de una Hispanidad que a veces debemos reencontrar en esa Hispanoamérica resistente a una homogeneización impuesta por el actual imperio? Dejemos pues que florezcan las mil flores de ese saber antiguo que se define como Rosa de Alejandría y que es la esencia mediterránea de Aragón
Jorge Hernández – Convivium Leader SlowFood Zaragoza (Noviembre 2013)
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Comida Casa Pascualillo. Zaragoza 25-11-2003
El 25 de Noviembre del año 2003 se celebró una cena en el Centro de Historia de la ciudad de Zaragoza, en la que se presentó el movimiento SlowFood, representado por Roberto Burdese (que fuera Presidente SlowFood Italia) y Renato Sardo. Más de 60 personas de Zaragoza acudieron al llamamiento de presentación del Convivium, a la que se unieron algunos representantes de otros lugares de España. Un día después se celebraba una comida con los compañeros de España, en Casa Pascualillo del famoso tubo zaragozano, donde se formó el grupo promotor del movimiento SlowFood en España. Con un mes de anterioridad, en la ciudad de San Sebastián, ya se había formado el primer convivium de España.
Durante estos 10 años de existencia el convivium de SlowFood de Zaragoza ha dinamizado la puesta en pie de otros convivia en Aragón y otros lugares de España, realizadas numerosas actividades y fomentando el desarrollo afiliativo a la asociación. Durante varios años el convivium de Zaragoza marchó por delante en su desarrollo asociativo, hasta que en los años 2009, Bilbao primero y Vitoria después tomaran el relevo de este liderazgo.
En este año 2013 queremos retomar seriamente el fortalecimiento del movimiento para nuestra ciudad, nuestra provincia y nuestra región, abordando primeramente aquellos aspectos positivos y negativos de nuestro quehacer, nuestra organización y nuestra comunicación. Somos conscientes de que nuestro convivium atraviesa un cierto estancamiento que nos conduce a una crisis de crecimiento, de imagen y de actividad que repercute negativamente en el desarrollo de SlowFood.
Para ello, en el 2013 queremos celebrar un conjunto de actividades abiertas a la sociedad de la provincia y ciudad de Zaragoza, donde se proyecte con mejor definición nuestros objetivos, nuestros valores y capitalicemos con orden todo el conjunto de actividades y esfuerzos realizados.
Y antes que nada, queremos dar públicamente las gracias a cuantas personas han formado parte de la Junta Directiva, a cuantas personas han colaborado en el desarrollo de la Asociación y sus actividades y a esos centenares de héroes anónimos que batallan en Zaragoza a favor de una agricultura, una ganadería, una silvicultura y pesca para proporcionarnos unos alimentos buenos, limpios o sostenibles y justos con los productores.
La cocina, en alianza con esos productores, es la base de lo que llamamos Ecogastronomía (Gastronomía de casa). Somos conscientes de que la defensa de la cultura alimentaria propia, en un mundo globalizado en el que las fuerzas económicas, estandarizan y uniformizan la comida de forma industrializada, no sólo es un acto de exaltación de identidades culturales y de la contribución modesta a conformar un mundo polícromo, sino un ejercicio de defensa de un planeta.
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EL X ANIVERSARIO TERMINA CON EL ESTRENO DEL DOCUMENTAL «SLOWFOOD STORY» EN ESPAÑA
El próximo día 17 de diciembre, a las 19.30 horas, Slow Food Aragón estrena por primera vez en España el documental «SlowFood Story» en el salón de Actos CAI (Paseo Independencia). Este documental habla de los 25 años de existencia del movimiento Slow Food a través de la personalidad de su fundador, el italiano Carlo Petrini.
Zaragoza.- El X Aniversario del convivium de Zaragoza en Slow Food Aragón llega a su fin, y lo hace con el estreno del documental «SlowFood Story» en España.
«SlowFood Story» es un documental que narra los 25 años de la existencia del movimiento Internacional SlowFood, a través de la personalidad de su fundador, Carlo Petrini. Un movimiento que nace en el seno de la sociedad italiana con el fin de realizar una crítica a la cultura dominante alimentaria de las grandes multinacionales. Posteriormente se ha extendido por 120 países, convirtiéndose en un punto de referencia internacional en la revolución gastronómica y cultural, que actualmente se opera.
Este documental de 75 minutos se exhibe en Versión Original (Italiano), subtitulada en lengua castellana. Tras su exhibición, glosarán el X Aniversario los presidentes de SlowFood de San Sebastián y Zaragoza. Finalmente, habrá una fiesta-tapeo Tierra Madre en el Bar Restaurante Bikor, a las 21.30 horas.